Iglesia de Wies, Alemania, 1745-1754

jueves, 13 de septiembre de 2012

Siglo XVII



El Barroco es el estilo dominante en el arte y la arquitectura occidentales aproximadamente desde el año 1600 hasta el 1750. Manifestaciones barrocas aparecen en el arte de prácticamente todos los países europeos, así como en las colonias españolas y portuguesas de América. El término barroco se aplica también a la literatura y la música de aquel periodo.
Los orígenes de la palabra barroco no están claros. Podría derivar del portugués barocco o del castellano barrueco, término que designa a un tipo de perlas de forma irregular. La palabra es un epíteto acuñado con posterioridad y con connotaciones negativas, que no define el estilo al que hace referencia. De cualquier modo, a finales del siglo XVIII el término barroco pasó a formar parte del vocabulario de la crítica de arte como una etiqueta para definir el estilo artístico del siglo XVII, que muchos críticos rechazaron después como demasiado estrafalario y exótico para merecer un estudio serio. Escritores como el historiador suizo Jakob Burckhardt, en el siglo XIX, lo consideraron el final decadente del renacimiento; su alumno Heinrich Wölfflin, en Conceptos fundamentales para la historia del arte (1915), fue el primero en señalar las diferencias fundamentales entre el arte del siglo XVI y el del XVII, afirmando que “el barroco no es ni el esplendor ni la decadencia del clasicismo, sino un arte totalmente diferente”.
El arte barroco engloba numerosas particularidades regionales. Podría parecer confuso, por ejemplo, clasificar como barrocos a dos artistas tan diferentes como Rembrandt y Gian Lorenzo Bernini; no obstante, y pese a las diferencias, su obra tiene indudables elementos en común propios del barroco, como la preocupación por el potencial dramático de la luz.
La religión determinó muchas de las características del arte barroco. La Iglesia católica se convirtió en uno de los mecenas más influyentes, y la Contrarreforma, lanzada a combatir la difusión del protestantismo, contribuyó a la formación de un arte emocional, exaltado, dramático y naturalista, con un claro sentido de propagación de la fe. La austeridad propugnada por el protestantismo en lugares como Holanda y el norte de Alemania explica la sencillez arquitectónica que caracteriza a esas regiones.
Los acontecimientos políticos también tuvieron influencia en el mundo del arte. Las monarquías absolutas de Francia y España promocionaron la creación de obras que, con su grandiosidad y esplendor, reflejaran la majestad de Luis XIV y de la casa de Austria, en especial de Felipe III y Felipe IV.
Entre las características generales del arte barroco están su sentido del movimiento, la energía y la tensión. Fuertes contrastes de luces y sombras realzan los efectos escenográficos de muchos cuadros, esculturas y obras arquitectónicas. Una intensa espiritualidad aparece con frecuencia en las escenas de éxtasis, martirios y apariciones milagrosas. La insinuación de enormes espacios es frecuente en la pintura y escultura barrocas; tanto en el renacimiento como en el barroco, los pintores pretendieron siempre en sus obras la representación correcta del espacio y la perspectiva. El naturalismo es otra característica esencial del arte barroco; las figuras no se representan en los cuadros como simples estereotipos sino de manera individualizada, con su personalidad propia. Los artistas buscaban la representación de los sentimientos interiores, las pasiones y los temperamentos, magníficamente reflejados en los rostros de sus personajes. La intensidad e inmediatez, el individualismo y el detalle del arte barroco —manifestado en las representaciones realistas de la piel y las ropas— hicieron de él uno de los estilos más arraigados del arte occidental.
ITALIA
Las raíces del barroco se localizan en el arte italiano, especialmente en la Roma de finales del siglo XVI. El deseo universalista inspiró a varios artistas en su reacción contra el anticlasicismo manierista y su interés subjetivo por la distorsión, la asimetría, las extrañas yuxtaposiciones y el intenso colorido. Los dos artistas más destacados que encabezaron este primer barroco fueron Annibale Carracci y Caravaggio. El arte de Caravaggio recibió influencias del naturalismo humanista de Miguel Ángel y el pleno renacimiento. En sus cuadros aparecen a menudo personajes reales, sacados de la vida diaria, ocupados en actividades cotidianas, así como también apasionadas escenas de tema mitológico y religioso. La escuela de Carracci, por el contrario, intentó liberar al arte de su amaneramiento retornando a los principios de claridad, monumentalidad y equilibrio propios del pleno renacimiento. Este barroco clasicista tuvo una importante presencia a lo largo de todo el siglo XVII.
Entre los primeros y más influyentes artistas que acometieron la reforma sistemática del manierismo están los Carracci. Annibale Carracci, su hermano Agostino y su primo Ludovico fueron los tres artistas boloñeses que tuvieron mayor repercusión en Roma, el centro artístico más importante de la época. Annibale, famoso ya en Bolonia por su pintura al fresco, llegó a Roma en 1595 para pintar la bóveda del salón-galería del palacio Farnesio (1597-1600). Fue su obra más importante, y constituyó un punto clave para la evolución posterior del clasicismo barroco, del que Annibale fue el principal precursor. El éxito de este estilo atrajo a artistas como Guido Reni, Domenichino y Francesco Albani, discípulos de los Carracci en Bolonia. Otros clasicistas, como los pintores franceses Nicolas Poussin y Claudio de Lorena, llegaron del extranjero para trabajar en Roma. También Caravaggio se trasladó a Roma, donde encontró en Annibale Carracci a su rival más destacado. Obras como La vocación de san Mateo y el Martirio de san Mateo (c. 1599-1600, iglesia de San Luis de los Franceses, Roma) fueron bien acogidas, convirtiéndose Caravaggio en el maestro de toda una escuela de naturalistas barrocos. El naturalismo se propagó durante las dos primeras décadas del siglo XVII gracias a otros pintores italianos como Orazio Gentileschi, su hija Artemisia. Aunque con menor importancia en la Italia posterior a 1630, el naturalismo mantuvo su enorme influencia en algunas zonas de Europa a lo largo de todo el siglo XVII.
La pintura al fresco de bóvedas y techos mediante la creación de ilusiones perspectivas y grandes escenas unitarias vistas de abajo a arriba fue una técnica muy empleada por los pintores del pleno barroco.
Escultura
El gusto por lo curvilíneo, el dramatismo y la pronunciada torsión de los cuerpos son características que se repiten en la escultura italiana de este período. Fue Gian Lorenzo Bernini quien dominó la escultura barroca en Roma. Entre sus primeros grupos escultóricos de grandes dimensiones, el Rapto de Proserpina (1621-1622) y Apolo y Dafne (1622-1624, ambas en la Galería Borghese, Roma) muestran su dominio de la escultura en mármol, creando efectos realistas de gran tensión dramática, fuertes contrastes de luz y sombra y la ilusión óptica del jaspeado. El Éxtasis de santa Teresa (1645-1652, capilla Corran, iglesia de Santa María de la Victoria, Roma) resume a la perfección la elevada teatralidad que caracteriza al barroco. Bernini fue el artista predilecto de los papas, para quienes realizó los proyectos más ambiciosos en el Vaticano. Tanto el inmenso baldaquino (1624-1633), un enorme ciborio o dosel sobre columnas salomónicas que cubre el altar mayor de la basílica de San Pedro, como la Cátedra de San Pedro (1657-1666), en el ábside de la basílica vaticana, atestiguan con su colosal tamaño y ricos materiales (mármol y bronce dorado) el suntuoso esplendor de la Iglesia católica.
Arquitectura
Entre los principales arquitectos del primer barroco sobresale Carlo Maderno, conocido principalmente por la conclusión de San Pedro del Vaticano. Entre 1606 y 1612 prolongó la nave de la basílica y levantó la fachada monumental de esta iglesia iniciada por Donato Bramante cien años antes aproximadamente. Además de Bernini, los arquitectos más destacados de la Roma barroca fueron Francesco Borromini y, en menor medida, Carlo Rainaldi. Juntos diseñaron la iglesia de Santa Inés en la plaza Navona (comenzada en 1652). La elegante ondulación de la fachada de San Carlo alle Quattro Fontane (1665-1667) en Roma, obra de Borromini, con sus ritmos cóncavos y convexos trasladados al interior mediante una planta oval, podría considerarse como la culminación del estilo barroco en Italia.
ESPAÑA
Durante el siglo XVII la pintura española atravesó uno de los momentos culminantes de su historia, pasando del realismo tenebrista de la primera mitad del siglo, al colorismo y la luminosidad de influencia flamenca de la segunda mitad. En arquitectura persistió la severidad y austeridad formal procedente de los modelos herrerianos y escurialenses. La necesidad de lujo se manifestó sobre todo en elementos decorativos como retablos dorados, frescos, fachadas, hornacinas o columnas salomónicas, que según transcurría el siglo lo iban recubriendo todo.
La temprana aparición del naturalismo barroco en España estuvo motivada por la influencia de Italia y, sobre todo, por la importancia política de la Iglesia católica.
Diego Velázquez, el pintor más importante del barroco español, se moverá entre el naturalismo de la primera mitad del siglo XVII y el barroquismo de la segunda. De su etapa juvenil en Sevilla sobresalen obras como la Vieja friendo huevos (1618, Galería Nacional de Escocia, Edimburgo) y El aguador de Sevilla (1620, Apsley HouseLondres). En 1623 se trasladó a Madrid como pintor de corte de Felipe IV, cargo que ocupará ya toda su vida. Sus series de retratos reales culminaron con Las Meninas (1656, Museo del Prado), retrato colectivo de las infantas, las meninas y otros personajes de la corte, en el que aparece también el propio pintor. Maestro en el tratamiento de los volúmenes, la forma y el color, y pionero de la perspectiva aérea y las grandes pinceladas.
El arte italiano apenas tuvo influencia sobre la escultura barroca española, inclinada, esencialmente, a la tradicional talla en madera policromada. El realismo y la intensa preocupación por el detalle, puestos al servicio del fervor religioso contrarreformista, son sus características fundamentales; las figuras generalmente se pintan (policromía) e incluso a veces llegan a emplearse ojos de cristal, vestimentas auténticas y pelo natural. Entre los trabajos más destacados de escultura barroca española se encuentran los retablos para los altares de las iglesias, algunos de ellos de considerable tamaño y riqueza, realizados por equipos de escultores y arquitectos.
NORTE DE EUROPA
Desde Italia, donde recibieron su formación los principales artistas del periodo, el barroco se propagó rápidamente por el norte de Europa. Cada país, no obstante, dependiendo de su particular situación política, religiosa y económica, evolucionó hacia diferentes versiones del estilo.
FLANDES
El barroco en Flandes está dominado por la brillantez de Petrus Paulus Rubens. Durante los años de juventud, el estilo pictórico de Rubens recibió influencias de fuentes italianas tan diversas como Caravaggio, los Carracci y Miguel Ángel. Rubens y sus ayudantes realizaron un considerable número de cuadros de temas mitológicos y religiosos para clientes y mecenas de toda Europa. El estilo maduro de Rubens, colorista, de composiciones dinámicas y voluptuosas formas femeninas, marca el apogeo de la pintura barroca en el norte de Europa. Entre los seguidores de Rubens el de más talento fue sin duda Anthony van Dyck, prestigioso pintor de la corte y la aristocracia inglesas.
HOLANDA
El barroco de Caravaggio llegó a Holanda cuando determinados artistas, entre los que sobresalen Gerrit van Honthorst y Hendrik Terbrugghen, retornaron a su país natal procedentes de Italia; hacia 1620 el naturalismo estaba fuertemente asentado en la escuela de Utrecht. Durante esa década y la siguiente, Frans Hals pintó retratos extraordinarios por su hábil pincelada y por el intimismo de los temas. Diferente al resto de artistas holandeses, Rembrandt, el maestro más grande del barroco holandés, pintó una gran variedad de temas —retratos, paisajes y escenas históricas, mitológicas y religiosas— con incomparable virtuosismo. El manejo de la luz dorada sobre los fondos oscuros, la pincelada arriesgada y la delicada interpretación de los temas, colocan a Rembrandt en uno de los lugares más destacados de la historia de la pintura.
La creación de un ambiente psicológico convincente y los delicados reflejos lumínicos definen la pintura de Jan Vermeer; gracias a la minuciosa preparación y el sutil manejo de los pigmentos, muchas veces imitado, obtiene unas tonalidades inigualables. Paisajes, bodegones, cuadros de animales y perspectivas arquitectónicas se convirtieron a partir de su obra en importantes géneros de la pintura holandesa.
FRANCIA
De enorme transcendencia en la historia de la pintura barroca francesa fue el clasicismo de Nicolas Poussin. Aunque vivió en Roma la mayor parte de su vida, la influencia de Poussin —como la de su compatriota en la capital italiana Claudio de Lorena— en su país natal fue enorme. La segunda mitad del siglo XVII abrió paso a un arte plenamente barroco, donde se combinaba el clasicismo precedente con los nuevos gustos dictados por la Academia de Bellas Artes, ejemplificado en los frescos de Charles Lebrun para el palacio de Versalles.

jueves, 30 de agosto de 2012

Siglo XVIII

ROCOCÓ
Es un estilo pictórico y decorativo del siglo XVIII que se caracterizó por una ornamentación elaborada, delicada y recargada. El periodo del rococó se corresponde aproximadamente con el reinado de Luis XV, rey de Francia (1715-1774). Sus orígenes exactos son oscuros, pero parece haber comenzado con la obra del diseñador francés Pierre Lepautre, quien introdujo arabescos y curvas en la arquitectura interior de la residencia real en Marly, y con las pinturas de Jean-Antoine Watteau, cuyos cuadros de colores delicados sobre escenas aristocráticas que se desarrollan en medio de un entorno idílico rompen con el heroísmo del estilo de Luis XIV.

El término rococó proviene del francés rocaille, que significa ‘rocalla’. En decoración, se caracterizó por una ornamentación basada en arabescos, conchas marinas, curvas sinuosas y en la asimetría; en pintura se distinguió por el uso de colores pastel más bien pálidos. Los pintores más representativos fueron François Boucher y Jean-Honoré Fragonard, el primero es famoso por pintar escenas de tocador pobladas por multitud de amorcillos, mientras que el segundo se caracteriza por las escenas galantes que se desarrollan en el interior de alcobas o en claros del bosque. El estilo rococó se difundió rápidamente por otros países europeos, particularmente por Alemania y Austria, donde se entremezcló con el barroco creando un estilo suntuoso y profuso, especialmente en iglesias y espacios sagrados. En España, el palacio de La Granja es el edificio que más se acerca a este estilo artístico, aunque el rococó se desarrolló más en la decoración de interiores.
En Francia dio paso al austero estilo neoclásico a finales del siglo XVIII y desapareció con el inicio de la Revolución Francesa en 1789 de manera repentina y por completo.

J.H. Fragonard, El columpio, 1767

sábado, 18 de agosto de 2012

Otros movimientos artísticos del Siglo XIX


PRERRAFAELISTAS
La Hermandad Prerrafaelista (Pre-Raphaelite Brotherhood) fue una asociación de pintores, poetas y críticos ingleses, fundada en 1848 en Londres por John Everett Millais, Dante Gabriel Rossetti y William Holman Hunt. La Hermandad duró como grupo constituido apenas un lustro, pero su influencia se dejó sentir en la pintura inglesa hasta entrado el siglo XX.
Los prerrafaelistas rechazaban el arte académico predominante en la Inglaterra del siglo XIX, centrando sus críticas en Sir Joshua Reynolds, fundador de la Royal Academy of Arts. Desde su punto de vista, la pintura académica imperante no hacía sino perpetuar el manierismo de la pintura italiana posterior a Rafael y Miguel Ángel, con composiciones elegantes pero vacuas y carentes de sinceridad. Por esa razón, ellos propugnaban el regreso al detallismo minucioso y al luminoso colorido de los primitivos italianos y flamencos, anteriores a Rafael (de ahí el nombre del grupo), a los que consideraban más auténticos.
Su arte, fundado en la fidelidad a la naturaleza, no está desprovisto, sin embargo, de sensibilidad eminentemente intelectual; fue apoyado y estimulado por el teórico John Ruskin (1819-1900).

Art Nouveau (Modernismo)
Modernismo es el termino con el que se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo XIX y principios del XX. Según los distintos países, recibió diversas denominaciones: Art Nouveau (en Bélgica y Francia), Modern Style (en Inglaterra), Sezession (en Austria), Jugendstil (en Alemania y Países Nórdicos), Liberty (en Estados Unidos), Floreale (en Italia), y Modernismo (en España e Hispanoamérica). Si bien existe cierta relación que los hace reconocibles como parte de la misma corriente, en cada país su desarrollo se expresó con características distintivas.Se distingue por su creatividad, el gusto por lo refinado, el deseo de salir de la realidad cotidiana y de conocer otras culturas y costumbres.
Todas estas denominaciones hacen referencia a la intención de crear un arte nuevo, llevando a cabo una ruptura con los estilos dominantes en la época, tales como el historicismo o el eclecticismo. Se trata de crear una estética nueva, en la que predominan la inspiración en la naturaleza a la vez que se incorporan novedades derivadas de la revolución industrial. Y así en arquitectura es frecuente el empleo del hierro y el cristal. Sin embargo, es igualmente una reacción a la pobre estética de la arquitectura en hierro, tan en boga por esos años.
En gran medida sus aspiraciones se basan en las ideas de John Ruskin y William Morris, que podemos resumir en democratizar la belleza en el sentido de que hasta los objetos más cotidianos tengan valor estético y sean asequibles a toda la población (socialización del arte), aunque sin utilizar las nuevas técnicas de producción masiva. El modernismo no sólo se da en las artes mayores, sino también en el diseño de mobiliario y todo tipo de objetos útiles en la vida cotidiana. A menudo los artistas modernistas son artistas "integrales", pues no sólo diseñan edificios, sino los muebles y otros enseres de uso diario. Así pues muchos arquitectos modernistas son también diseñadores, pues sus creaciones no se limitan al edificio en sí, dado que también elaboran su decoración y los utensilios que ha de contener. Consecuentemente se dio en arquitectura, pintura, escultura y en las artes decorativas (muebles, herrajes, lámparas, joyas, carteles, etc.).
Las características que en general permiten reconocer al modernismo decorativo propiamente dicho son:
La inspiración en la naturaleza y el uso profuso de elementos de origen natural pero con preferencia en los vegetales y las formas redondeadas de tipo orgánico entrelazándose con el motivo central.
El uso de la línea curva y la asimetría, tanto en las plantas y alzados de los edificios como en la decoración.
Una fuerte tendencia al uso de imágenes femeninas, las cuales se muestran en actitudes delicadas y gráciles, con un aprovechamiento generoso de las ondas en los cabellos y los pliegues de las vestimentas.
La libertad en el uso de motivos de tipo exótico, sean éstos de pura fantasía o con inspiración en distintas culturas, como por ejemplo el uso de estampas japonesas , que se ve en el gusto por la curva.

Simbolismo
Movimiento literario y artístico que apareció en Francia como reacción contra el naturalismo impresionista, el realismo y el cientificismo. Renunciando representar las apariencias, los simbolistas trataron de espresar la Idea, con lo que otorgaron un lugar importante a lo imaginario.
Gustave Moreau, Puvis de Chavannes, Odilon Redon y Eugène Carriere estuvieron en el origen de este proyecto y se comprometieron en una via idealista, al margen del arte oficial y de los impresionistas. El simbolismo no constituyó un movimiento delimitado. Se puede definir mas que por una orientación teórica unitaria, por la valoración de las individualidades y las obras: Félicien Rops, Fernand Khnopff, Arnold Böcklin, Ferdinand Holder, etc. Todos estos pintores se postulaban en contra del materialismo y el productivismo de la era industrial, asi como de la estética del naturalismo, y se orientaban hacia la perspectiva de un arte sin relación directa con la realidad. Proclamaban un lenguaje plástico a partir del cual explotaban las imágenes características del mundo de los sueños y de los mitos.

Siglo XIX




El Romanticismo, es un movimiento artístico e intelectual europeo que se extiende aproximadamente desde 1800 hasta 1850. El romanticismo no puede ser identificado con un estilo singular, con una técnica o con una actitud, pero sin embargo la pintura romántica se caracteriza por una aproximación muy imaginativa y subjetiva, intensidad emocional y por un carácter visionario u onírico. Mientras que el arte clásico y neoclásico es mesura, claro y completo en cuanto a la expresión, el arte romántico se caracteriza por esforzarse en expresar estados de ánimo, sentimientos muy intensos o místicos, así como por eludir la claridad y la definición. El escritor alemán Ernst Hoffmann definió la esencia del romanticismo como la “infinita añoranza”. En la elección de temas, los artistas del movimiento romántico mostraron predilección por la naturaleza, especialmente en su aspecto más salvaje o misterioso, así como con asuntos exóticos, melancólicos o melodramáticos que producen miedo o pasión.
La palabra ‘romántico’ se asoció con escenarios salvajes, perspectivas sublimes, ruinas y una tendencia que se manifiesta en un énfasis creciente por la ascética de lo sublime como oposición a la belleza. El escritor y estadista británico Edmund Burke, por ejemplo, identificó la belleza con la delicadeza y la armonía, y lo sublime con la inmensidad, la oscuridad y la capacidad para inspirar terror. También durante el siglo XVIII, los sentimientos comienzan a ser más importantes que la razón. La poesía romántica inglesa y alemana apareció en la década de 1790 y a fines del siglo experimentó un cambio desde la razón hacia los sentimientos. Éstos y la imaginación comenzaron a reflejarse en las artes como en las visionarias ilustraciones del poeta y pintor inglés William Blake, los cuadros de pesadillas de su amigo el pintor suizo-inglés Henry Fuseli y los sombríos grabados de monstruos y demonios realizados por el pintor español Francisco de Goya.
En Francia el periodo de formación del romanticismo coincidió con las Guerras Napoleónicas (1799-1815). Los primeros artistas franceses de este estilo encontraron su fuente de inspiración en los acontecimientos que les rodeaban. Antoine-Jean Gros inició la transición del neoclasicismo al romanticismo impulsado por el estilo sobrio de su maestro, Jacques-Louis David, quien tenía un estilo más colorista y emotivo, influido por el pintor flamenco barroco Petrus Paulus Rubens.
La principal figura del romanticismo francés fue Théodore Géricault, que además llevó las tendencias dramáticas y coloristas al estilo de Gros y cambió el sentido heroico de los cuadros de batallas por el del sufrimiento. En su Coracero herido (1814) un soldado, en medio de una humareda, se desmaya en el campo. Las poderosas pinceladas, la luz y los tonos oscuros acrecientan el sentido de aislamiento y vulnerabilidad; y esto para Géricault y otros pintores románticos constituía la esencia de la condición humana.
La obra maestra de Géricault, La balsa de Medusa (1818-1819), retrata a escala heroica el sufrimiento de la humanidad, un tema del que se hizo eco el pintor romántico francés, Eugène Delacroix, en su Masacre en Quíos (1824).
Delacroix adopta a menudo temas de la literatura, pero resalta los que tienen más transcendencia literaria o didáctica con el uso de colores que crean un efecto de energía pura o emoción comparado con la música. Rechazando el énfasis neoclásico sobre la forma y los rasgos, utiliza medios tonos obtenidos de la yuxtaposición de un color con su complementario y no del oscurecimiento de uno de ellos. Su Muerte de Sardanápalo (1827), inspirada en una obra del poeta romántico inglés lord Byron, lo detalla con precisión, pero la acción es tan violenta y la composición tan dinámica que el efecto es un caos hundiendo la inamovible e indiferente figura de un rey agonizante.
En Inglaterra, así como en Alemania, los paisajes impregnados de un sentimiento romántico se convierten en la principal expresión de la pintura romántica, aunque los artistas ingleses fueron más innovadores en estilo.
John Constable, proveniente de un entorno natural salvaje asociado con muchos poetas y pintores románticos, dotó a los paisajes ingleses de un profundo sentimiento. Fue el primer gran artista en trabajar al aire libre y en llevar al lienzo la frescura de la visión a través del uso de colores luminosos y llamativos a base de pinceladas densas.
Joseph Mallord William Turner expresó la visión más radical de todos los artistas románticos. Comenzó con paisajes que se remontan al pintor francés del siglo XVII Claudio de Lorena, pero transformó algunas de sus obras tardías como Tormenta de nieve: barco de vapor de Harbour Mouth (1842), en una mezcla de efectos atmosféricos de luz y color, mezcla de nubes, niebla, nieve y mar en un torbellino en el cual los diferentes objetos se diluyen.REALISMO, en arte y en literatura, supone el intento por describir el comportamiento humano y su entorno, o por representar figuras y objetos tal y como actúan o aparecen en la vida cotidiana. Esta tendencia ha existido periódicamente a través de la historia en todas las artes; sin embargo, el término se restringe habitualmente al movimiento que comenzó a mediados del siglo XIX como reacción frente al romanticismo. La diferencia entre el realismo y el naturalismo es más difícil de definir, a pesar de que los dos términos son a menudo usados indistintamente. La diferencia estriba en el hecho de que el realismo se ocupa directamente de aquellas cosas que son aprehendidas por los sentidos mientras que el naturalismo, un término más bien aplicado a la literatura, intenta aplicar teorías científicas al arte.
En arte, aunque nunca se desarrolló una escuela realista como tal, el concepto sí se ha manifestado de diferentes maneras y en distintas ocasiones. El término realista, utilizado para describir una obra de arte, a menudo, significa simplemente objetos y figuras feas en oposición a aquellas que se consideran bellas. Con frecuencia se usa para describir escenas humildes de la vida. Este término implica una labor de crítica a las condiciones sociales, sin rehuir en ningún momento lo desagradable, como ocurre en las obras de algunos artistas franceses, catalogados como realistas sociales. Estos pintores desafían las modas y gustos de la época y proponen un nuevo modelo de artista comprometido socialmente.
El más importante de todos ellos es Gustave Courbet, que utilizó para sus cuadros formatos de dimensiones colosales, en los que con frecuencia representaba temas escabrosos y provocativos que trataban de escandalizar la moralidad burguesa, como en Regreso de la conferencia, donde representó a un grupo de clérigos absolutamente beodos. Otras obras suyas importantes son Los picapedreros (1849, destruida durante la II Guerra Mundial) y El estudio del artista (1855, Museo de Orsay, París). Dentro de este grupo de pintores franceses destacan también Jean-François Millet dedicado a temas de contenido social, con sus escenas de campesinos (El Ángelus, 1857-1859, Museo de Orsay), y Honoré Daumier, irónico ilustrador de temas políticos y judiciales y pintor de las clases obreras.
IMPRESIONISMO
Movimiento pictórico francés de finales del siglo XIX que apareció como reacción contra el arte académico. El movimiento impresionista se considera el punto de partida del arte contemporáneo.
El impresionismo en pintura partió del desacuerdo con los temas clásicos y con las encorsetadas fórmulas artísticas preconizadas por la Academia Francesa de Bellas Artes. La Academia fijaba los modelos a seguir y patrocinaba las exposiciones oficiales del Salón parisino. Los impresionistas, en cambio, escogieron la pintura al aire libre y los temas de la vida cotidiana. Su primer objetivo fue conseguir una representación del mundo espontánea y directa, y para ello se centraron en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos. Las figuras principales del movimiento fueron: Edgar Degas, Claude Monet, Berthe Morisot, Camille Pissarro, Auguste Renoir y Alfred Sisley.
Los impresionistas se preocuparon más por captar la incidencia de la luz sobre el objeto que por la exacta representación de sus formas, debido a que la luz tiende a difuminar los contornos y refleja los colores de los objetos circundantes en las zonas de penumbra. Los pintores académicos definían las formas mediante una gradación tonal, utilizando el negro y el marrón para las sombras. Los impresionistas eliminaron los detalles minuciosos y tan sólo sugirieron las formas, empleando para ello los colores primarios —cyan, magenta y amarillo— y los complementarios —naranja, verde y violeta—. Consiguieron ofrecer una ilusión de realidad aplicando directamente sobre el lienzo pinceladas de color cortas y yuxtapuestas, que mezcladas por la retina del observador desde una distancia óptima aumentaban la luminosidad mediante el contraste de un color primario (como el magenta) con su complementario (verde). De este modo, los impresionistas lograron una mayor brillantez en sus pinturas que la que se produce normalmente al mezclar los pigmentos antes de aplicarlos.
Édouard Manet considerado el primer impresionista —aunque rechazaba este calificativo— mostró cómo se podían obtener sutiles representaciones de luz por la yuxtaposición de colores fuertes y contrastados. Su cuadro La merienda campestre (1863, Museo de Orsay, París), expuesto en el Salón de los Rechazados (Salon des Refusés) organizado en oposición a las exposiciones oficiales en el Salón de la Academia, señaló el comienzo de una nueva era en el arte. Los pintores impresionistas organizaron su primera exposición independiente en 1874. Los treinta participantes compartían su rechazo al academicismo imperante y su admiración por las atrevidas composiciones de Manet. El término impresionista fue usado por primera vez por el crítico Leroy en la revista Charivari para denominar irónicamente un cuadro de Claude Monet titulado Impresión, amanecer (1872, Museo Marmottan, París). El término fue adoptado oficialmente durante la tercera exposición impresionista en 1877. Los impresionistas fueron apoyados por notables miembros de la sociedad francesa, como los literatos Émile Zola y Charles Baudelaire, el pintor-coleccionista Gustave Caillebotte, y el marchante de arte Paul Durand-Ruel. Sin embargo la prensa y el público, acostumbrados al convencional estilo académico, se mostraron hostiles hacia el nuevo arte.
POSTIMPRESIONISMO, término que engloba los diferentes estilos pictóricos que sucedieron en Francia al impresionismo, entre 1880 y 1905 aproximadamente. Fue acuñado por el crítico británico Roger Fry en 1910, con motivo de la exposición celebrada en Londres de pinturas de Paul Cézanne, Paul Gauguin y Vincent van Gogh. Además de estos tres artistas, también se incluyen en esta corriente Henri de Toulouse-Lautrec y Georges Seurat.
Aunque los postimpresionistas basaron su obra en el uso del color experimentado por los impresionistas, reaccionaron contra el deseo de reflejar fielmente la naturaleza y presentaron una visión más subjetiva del mundo. Seurat, denominado neoimpresionista por sus criterios más próximos al impresionismo, inventó una técnica denominada puntillismo, cuyo ejemplo más destacado es el cuadro Un domingo de verano en la Grande Jatte (1884-1886, Instituto de Arte de Chicago).
La obra de Cézanne, Gauguin y Van Gogh se caracterizó por un uso expresivo del color y una mayor libertad formal. Cézanne se interesó por resaltar las cualidades materiales de la pintura, representando seres vivos y paisajes, volúmenes y relaciones entre superficies, como en Pinos y rocas (1895-1898, Museo de Arte Moderno, Nueva York). Su interés por las formas geométricas y la luz prismática inherente en la percepción de la naturaleza anticipó los experimentos del cubismo.
Gauguin, en un intento por conseguir la capacidad comunicadora del arte popular, se centró en la representación a base de superficies planas y decorativas, como se aprecia en la obra Calvario bretón (1889, Palacio de Bellas Artes, Bruselas). Van Gogh, por su parte, se aproximó a la naturaleza con vigorosas pinceladas coloristas, evocadoras de las emociones internas del artista. Su experimentación subjetiva, ejemplificada en Noche estrellada (1889, Museo de Arte Moderno de Nueva York), preludió el expresionismo. Toulouse-Lautrec estuvo fuertemente influido por las composiciones lineales de los grabados japoneses, y su obra se caracterizó por los intensos grabados de contorno y los colores planos.
Otros movimientos artísticos posteriores, como el cubismo, el expresionismo, el fauvismo, el surrealismo y el futurismo, presentaron algunas de las características de la pintura impresionista: la libertad expresiva del artista y el énfasis en el concepto abstracto del arte. En concreto, las vanguardias artísticas del siglo XX reflejaron la nueva interpretación del mundo preconizada por Cézanne, Gauguin y Van Gogh.

martes, 19 de junio de 2012

jueves, 14 de junio de 2012

Neoclasicismo


Estilo que se desarrolló en la arquitectura, la escultura, la pintura y las artes decorativas; floreció en Europa y Estados Unidos aproximadamente desde el año 1750 hasta mediados del siglo XIX y se inspiró en las formas grecorromanas. Más que un resurgimiento de las formas antiguas, el neoclasicismo relaciona hechos del pasado con los acontecidos en su propio tiempo. Los artistas neoclásicos fueron los primeros que intentaron reemplazar la sensualidad y la trivialidad del rococó por un estilo lógico, de tono solemne y austero. Cuando los movimientos revolucionarios establecieron repúblicas en Francia y en América del Norte, los nuevos gobiernos republicanos adoptaron el neoclasicismo como estilo oficial porque relacionaban la democracia con la antigua Grecia y la República romana. Más tarde, cuando Napoleón I subió al poder en Francia, este estilo se modificó para servir a sus necesidades propagandísticas. Con el nacimiento del movimiento romántico la prioridad por la expresión personal sustituyó al arte basado en valores ideales.
El estilo neoclásico se desarrolló tomando como punto de referencia la excavación en Italia de las ruinas de las ciudades romanas de Herculano en 1738 y de Pompeya en 1748. Ensalzando la noble simplicidad y el gran sosiego del estilo grecorromano, el historiador alemán Johann Winckelmann instó a los artistas a estudiar y a imitar su eternidad y sus formas ideales. Sus ideas encontraron una entusiasta acogida dentro del círculo de artistas reunidos en torno a él en el año 1760 en Roma.
La pintura neoclásica se centró en Roma, donde muchos pintores expatriados se agruparon en torno a la figura del historiador alemán Johann Winckelmann, autor de un escrito publicado en 1754, "Reflexiones sobre la imitación de las obras de arte griegas en la pintura y escultura", que formulaba un conjunto basante conciso de instrucciones para que las siguieran los artistas del siglo XVIII. Winkelmann vio el culto griego por la excelencia física como un modo de expresar el desarrollo de una belleza espiritual interior. Recalcó, también, la seria naturaleza de la profesión artística en la antigüedad e invitó al artista del siglo XVIII a que examinara las grandes obras de aquella era y a cambiar su estilo para lograr una expresión, igualmente elevada, de sentimientos heroicos. 

Su círculo incluía al pintor bohemio Anton Raphael Mengs. El Parnaso de Mengs (1761) un fresco pintado para la villa Albani en Roma, fue diseñado especialmente por consejo de Winckelmann. A diferencia de las típicas composiciones de frescos del barroco o del rococó, su composición es simple: sólo unas pocas figuras, en total calma, con poses semejantes a las de estatuas antiguas.
Las mismas tendencias se hacen patentes en la obra temprana del pintor francés Jacques-Louis David, uno de los máximos exponentes de la pintura neoclásica.

Su “Juramento de los Horacios” (1784-1785, Louvre, París) exalta el tema del patriotismo estoico. El cuadro neoclásico concebido como espacio arquitectónico y el friso como cita de figuras, reflejan la preocupación neoclásica de composición lógica y clara. Los perfiles definidos y una luz dura proporcionan a estas figuras la cualidad de estatuas. 
A comienzos de la década de 1790 los artistas empezaron a pintar imitando las siluetas representadas en la cerámica griega.
El exponente más destacado de esta manifestación fue el inglés John Flaxman, cuyos grabados de líneas simples, para las ediciones de la Iliada y la Odisea de Homero sustituían la perspectiva tradicional, la luz y el modelado, por diseños de líneas puras. Uno de los alumnos más aventajados de David, heredero de su trayectoria e intérprete de la tradición clásica fue Jean August Dominique Ingres que adoptó la doble dimensionalidad de la obra de Flaxman, tal y como puede apreciarse en su obra Los embajadores de Agamenón (1801, Escuela de Bellas Artes, París).

jueves, 10 de mayo de 2012

Vanguardia Histórica



Fauvismo

En el salón de Otoño de 1905 las telas de Matisse, Marquet, Derain y Vlaminck escandalizaron a la crítica, que se indignó frente a ese “tarro de pintura arrojado al rostro del público”. El nombre genérico de “fauves” (fieras), que el crítico Louis Vauxelles dio en 1905 a estos jóvenes artistas, fue pronto retomado de manera peyorativa.Los periodistas hostiles se referían a estos artistas como una “jaula de fieras”; sin embargo, en tan solo cuatro años ellos lograron sacar la pintura de la órbita impresionista y abrieron el camino al cubismo, la abstracción, el expresionismo y el futurismo.

Henri Matisse (1869-1954) fue el líder del grupo y su representante mas influyente. A su vez, recibió influencia de Gauguin y fue alumno del pintor simbolista Gustave Moreau. Su búsqueda consistía, según los términos de su maestro, en “simplificar la pintura”.

La perspectiva, el claroscuro y el conjunto de técnicas de imitación de la naturaleza fueron sustituidos por el uso de colores puros dispuestos de manera plana, y de lineas curvas para delimitar las formas. Se trataba de trasponer  el motivo en un registro autónomo. La pintura se volvió hacia un lenguaje de una sintaxis escencialmente cromática.

El Expresionismo es una corriente artística que buscaba la expresión de los sentimientos y las emociones del autor, más que la representación de la realidad objetiva. El movimiento expresionista apareció en los últimos años del siglo XIX y primeros del XX como reacción frente a los modelos que habían prevalecido en Europa desde el renacimiento, particularmente en las anquilosadas academias de Bellas Artes. El artista expresionista trató de representar la experiencia emocional en su forma más completa, sin preocuparse de la realidad externa sino de su naturaleza interna y de las emociones que despierta en el observador. Para lograrlo, los temas se exageran y se distorsionan con el fin de intensificar la comunicación artística.
El expresionismo se entiende como una acentuación o deformación de la realidad para conseguir expresar adecuadamente los valores que se pretende poner en evidencia, y se manifestó como una reacción parcial al impresionismo.
Como corriente pictórica, el expresionismo nace como movimiento a principios del siglo XX (1905-1925), principalmente en Alemania, aunque también aparece en otros países europeos, ligado al fauvismo francés como arte expresivo y emocional que se opone diametralmente al impresionismo
Los elementos más característicos de las obras de arte expresionistas son el color, el dinamismo y el sentimiento. Lo fundamental para los pintores de principios de siglo no era reflejar el mundo de manera realista y fiel —justo al contrario que los impresionistas— sino, sobre todo, romper las formas. El objetivo primordial de los expresionistas era transmitir sus emociones y sentimientos más profundos. De hecho, en cualquier reproducción en blanco y negro de un cuadro expresionista se intuye esa energía y esa emotividad que subyacen a todas sus obras.
Esta corriente artística estuvo abanderada por conocidos pintores como E. L. Kirchner, E. Nolde, K Schmidt-Rottluff quienes pertenecieron a distintas agrupaciones como Die Brücke (El Puente) o Der Blaue Reiter (El jinete azul) —fundada por Kandinsky y Marc—, gracias a las cuales fue posible la transición del expresionismo hacia la abstracción. Kandinsky fue quien dio nombre al grupo.
El Cubismo es un movimiento artístico que se manifestó sobre todo en pintura, cuyo objetivo principal era el de alejarse de la representación naturalista y conseguir plasmar de modo simultáneo sobre la superficie del cuadro un objeto visto desde múltiples ángulos. Desarrollado principalmente por Georges Braque y Pablo Picasso hacia 1907, alcanzó su apogeo alrededor de 1914 y continuó evolucionando durante la década de 1920. Al rechazar la representación realista seguida desde el renacimiento, el cubismo significó un cambio crucial en la historia del arte, convirtiéndose en el precursor de la abstracción y de la subjetividad artística. Fue una revolución contra el sentimentalismo y el realismo de la pintura tradicional, contra la importancia que se daba al efecto de la luz y el color y contra la ausencia de formas, características del impresionismo. Los cubistas rechazan la perspectiva y el movimiento y le dan primacía a la línea y la forma. Se inspiró fundamentalmente en el arte de las tribus de África y Oceanía.
Este movimiento artístico se desarrolló entre 1907 y 1914, nacido en Francia teniendo como principales fundadores a Pablo PicassoGeorges Braque y Juan Gris. El cubismo trata las formas de la naturaleza por medio de figuras geométricas, representando todas las partes de un objeto en un mismo plano. Es considerada la primera vanguardia ya que rompe con el último estatuto renacentista vigente a principios del siglo XX, la perspectiva. La representación del mundo pasaba a no tener ningún compromiso con la apariencia real de las cosas. Además es un avance pues el arte acepta su condición de arte, y permite que esta condición se vea en la obra, es decir es parte intrínseca de la misma. Nació en el Salón de los Independientes.
El término cubismo fue acuñado por el crítico francés Louis Vauxcelles, el mismo que había desdeñado a los fauvistas motejándolos de fauves (fieras); en el caso de Braque y sus pinturas de L'Estaque, Vauxcelles dijo, despreciativamente, que era una pintura compuesta por «pequeños cubos». Se originó así el concepto de «cubismo», que maduró entre 1908 y 1914.
A pesar de ser pintura de vanguardia los géneros que se pintan no son nuevos, y entre ellos se encuentran sobre todo bodegonespaisajesretratos. Picasso y Braque crean dos tendencias del cubismo. La primera es el cubismo analítico (1910-1912), en donde la pintura es casi monocroma. Los colores en este momento no interesaban pues lo importante eran los diferentes puntos de vista y la geometrización, no el cromatismo. En este período se incluye otro tipo de cubismo: el cubismo hermético. Estas obras parecen casi abstractas por la cantidad de puntos de vista representados, de este modo la imagen representada era casi imposible de ver, a no ser por algunos objetos como una pipa, o letras de periódico, que permiten distinguir lo que se está representando. El cubismo hermético se llevó tan lejos, que con miedo de caer en la abstracción, se transformó en lo que se conoce como el segundo período que es el cubismo sintético (1912-1914). El cubismo sintético lo inició Braque al poner papel collé pegado directamente en la pintura. Picasso y Braque comenzaron a poner periódicos y esto evolucionó en lo que es hoy en día el collage. Estas obras son más sencillas y parecen estar ensambladas, formadas por diversos materiales cotidianos como tiras de papel de periódico, cajetillas de cigarros o cajas de cerillas.
El Futurismo fue el movimiento inicial de las corrientes de vanguardia artística, fundado en MilánItalia por Filippo Tommaso Marinetti, quien redactó el Manifeste du Futurisme, el 20 de febrero de 1909, en el diario Le Figaro de París.
Este movimiento rompía con la tradición, el pasado y los signos convencionales de la historia del arte. Consideraba como elementos principales de la poesía el valor, la audacia y la revolución, ya que se pregonaba el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto peligroso y la bofetada. Tenía como postulados: la exaltación de lo sensual, lo nacional y guerrero, la adoración de la máquina, el retrato de la realidad en movimiento, lo objetivo de lo literario y la disposición especial de lo escrito, con el fin de darle una expresión plástica.
Rechazaba la estética tradicional e intentó ensalzar la vida contemporánea, basándose en sus dos temas dominantes: la máquina y el movimiento. Se recurría, de este modo, a cualquier medio expresivo (artes plásticas, arquitectura, urbanismo, publicidad, moda, cine, música, poesía) capaz de crear un verdadero arte de acción, con el propósito de rejuvenecer y construir de nuevo la faz del mundo. El poeta italiano Marinetti recopiló y publicó los principios del futurismo en el manifiesto de 1909. Al año siguiente los artistas italianos Giacomo BallaUmberto BoccioniCarlo CarràLuigi Russolo y Gino Severini firmaron el Manifiesto del futurismoEn el campo de la fotografía destacaron los hermanos Bragaglia y sus imágenes movidas, que ofrecen tiempos sucesivos y trayectoria de los gestos.
El futurismo se caracterizó por el intento de captar la sensación de movimiento. Para ello superpuso acciones consecutivas, una especie de fotografía estroboscópica o una serie de fotografías tomadas a gran velocidad e impresas en un solo plano.
En 1914 se presentaron también los primeros dibujos sobre una ciudad moderna de Antonio Sant'Elia y Mario Chiattone. Sant'Elia presentó ese mismo año su Manifiesto de la arquitectura futurista, un proyecto utópico que cristalizó en las imágenes de la Ciudad Nueva: la nueva medida ya no era el edificio, sino la estructura urbana, y apostaba, además, por las nuevas tipologías, como estaciones de trenes y aeroplanos, centrales eléctricas, casas escalonadas con ascensores… Se trataba de un nuevo mundo vertical y mecánico, conectado a través de redes de ascensores de hierro y cristal.
Aunque el futurismo tuvo una corta existencia, aproximadamente hasta 1914, su influencia se aprecia en las obras de Marcel Duchamp,Fernand Léger y Robert Delaunay en París, así como en el constructivismo ruso. En 1915 algunos de los representantes del futurismo, como Marinetti y Sant'Elia, se enrolaron en un batallón de voluntarios, de acuerdo con el punto nueve de su decálogo fundacional, donde se ensalzaba la guerra como la única higiene del mundo. Algunos de ellos murieron, como Sant'Elia, y los demás radicalizaron sus posiciones, como la conocida conversión al fascismo en las elecciones de 1919.
Dadá o Dadaísmo, es un movimiento que abarca todos los géneros artísticos y es la expresión de una protesta nihilista contra la totalidad de los aspectos de la cultura occidental, en especial contra el militarismo existente durante la I Guerra Mundial e inmediatamente después. Con el fin de expresar el rechazo de todos los valores sociales y estéticos del momento, y todo tipo de codificación, los dadaístas recurrían con frecuencia a la utilización de métodos artísticos y literarios deliberadamente incomprensibles, que se apoyaban en lo absurdo e irracional. Sus representaciones teatrales y sus manifiestos buscaban impactar o dejar perplejo al público con el objetivo de que éste reconsiderara los valores estéticos establecidos.
El movimiento Dadá fue fundado en 1916 por Tzara, el escritor alemán Hugo Ball, el artista alsaciano Jean Arp y otros intelectuales que vivían en Zurich (Suiza), al mismo tiempo que se producía en Nueva York una revolución contra el arte convencional liderada por Man Ray, Marcel Duchamp y Francis Picabia. En París inspiraría más tarde el surrealismo. Tras la I Guerra Mundial el movimiento se extendió hacia Alemania y muchos de los integrantes del grupo de Zurich se unieron a los dadaístas franceses de París. En 1922 el grupo de París se desintegró.
Dadá se presenta como una ideología total, como una forma de vivir y como un rechazo absoluto de toda tradición o esquema anterior. En el fondo es un antihumanismo entendiendo por humanismo la tradición anterior, tanto filosófica como artística o literaria. No por casualidad en una de sus primeras publicaciones había escrito como cabecera la siguiente frase de Descartes«No quiero ni siquiera saber si antes de mí hubo otro hombre.»
El movimiento dadaísta es un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético porque cuestionan la existencia del arte, la literatura y la poesía. Por definición, cuestionan el propio dadaísmo.
Dadá se manifiesta contra la belleza eterna, contra la eternidad de los principios, contra las leyes de la lógica, contra la inmovilidad del pensamiento, contra la pureza de los conceptos abstractos y contra lo universal en general. Propugna, en cambio, la desenfrenada libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, actual y aleatorio, la crónica contra la intemporalidad, la contradicción, el no donde los demás dicen sí y el sí donde los demás dicen no; defiende el caos contra el orden y la imperfección contra la perfección. Por tanto en su rigor negativo también está contra el modernismo, es decir, el expresionismo, el cubismo, el futurismo y el abstraccionismo, acusándolos, en última instancia, de ser sucedáneos de cuanto ha sido destruido o está a punto de serlo. La estética dadá niega la razón, el sentido, la construcción del consciente. Sus formas expresivas son el gesto, el escándalo, la provocación. Para dadá la poesía está en la acción y las fronteras entre arte y vida deben ser abolidas.
El aporte permanente del dadaísmo al arte moderno es el cuestionamiento continuo de qué sea el arte o qué sea la poesía; la conciencia de que todo es una convención que puede ser cuestionada que por tanto no hay reglas fijas y eternas que legitimen de manera ahistórica lo artístico. Gran parte de lo que el arte actual tiene de provocación viene de dadá, la mezcla de géneros y materias propia del collage también deben mucho a dadá. La diferencia fundamental estriba en que el arte actual se toma en serio a sí mismo, mientras que el dadaísmo nunca olvidó el humor.
Neoplasticismo, corriente artística promulgada por Piet Mondrian en 1917 que proponía despojar al arte de todo elemento accesorio en un intento de llegar a la esencia a través de un lenguaje plástico objetivo y, como consecuencia, universal. Junto con Theo van Doesburg fundó la revista De Stijl, principal órgano de difusión del movimiento, en cuyo primer número apareció publicado el manifiesto neoplasticista.
Las teorías de Mondrian, que tienen su origen en las obras cubistas de Georges Braque y Picasso y en la teosofía, reivindican un proceso de abstracción progresiva en virtud del cual las formas se irían reduciendo a líneas rectas horizontales y verticales, y los colores al negro, el blanco, el gris y los tres primarios. Entre sus principales representantes se encontraban, además de Van Doesburg, el pintor Wilmos Huszár, el escultor Georges Vantongerloo y los arquitectos Jacobus Johannes Pieter Oud y Gerrit Thomas Rietvel, entre otros. El excesivo rigor de las propuestas de Mondrian provocó violentas críticas tanto dentro como fuera de su círculo de adeptos. No obstante, el neoplasticismo está considerado, junto con el suprematismo de Maliévich, el origen de la abstracción geométrica.
De Stijl ("El Estilo") era un movimiento y una revista formado en Holanda en 1917. Los pintores Piet Mondrian y Bart van der Leck, el arquitecto J.J.P. Oud y otros se unieron a Theo van Doesburg fundador y guía espiritual de este grupo. De todos sus miembros, van der Leck ya creaba diseños gráficos con franjas negras sencillas, organizando el espacio y utilizando imágenes de formas planas. Las pinturas de Mondrian constituyen la fuente a partir de la cual se desarrollaron la filosofía y las formas visuales de De Stijl.
Los artistas De Stijl buscaron una expresión de la estructura matemática del universo y de la armonía universal de la naturaleza.
Constructivismo, movimiento artístico ruso de principios del siglo XX que ejerció una importante influencia en el arte europeo. Fue fundado por el escultor y pintor ruso Vladímir Tatlin. El nombre hace referencia a la construcción de esculturas abstractas partiendo de una gran variedad de materiales industriales, como metal, alambre y trozos de plástico. Las primeras obras representativas de este movimiento son las construcciones en relieve de Tatlin fechadas entre 1913 y 1917. En 1920 ya se le habían sumado los artistas Alexandr Rodchenko, El Lissitzky, Naum Gabo y Antón Pevsner, entre otros. En 1920 Gabo y Pevsner publicaron en Moscú el Manifiesto realista, donde se exponen los principios teóricos del nuevo estilo.
Aunque el movimiento se dividió en diferentes corrientes en la década de 1920, en general el constructivismo defendió los ideales del utilitarismo, el funcionalismo y la abstracción. El utilitarismo, actitud frente al arte que dominaba en la recién constituida Unión Soviética (URSS), sostenía que el arte debía ser fácil de comprender y tener una utilidad social. Tatlin fusionó su dogma constructivista con el del nuevo Estado comunista, convirtiéndose en un diseñador poderoso e influyente dentro del nuevo orden estético.
Constructivismo aparece por primera vez como un término positivo en Manifesto Realista de Naum Gabo en 1920Alexei Gan utilizó la palabra como el título de su libro Constructivism, impreso en 1922. Constructivism a su trabajo, mientras que su abstracción geométrica se debió, en parte, al Suprematismo de Kasimir Malevich.
La base de enseñanza para el nuevo movimiento fue puesta por el Comisariado del Pueblo para la Educación (o Narkompros) del gobierno de Bolchevique, a cargo del Ministerio de Cultura y Educación dirigido por Anatoliy Vasilievich Lunacharsky que suprimió la vieja academia de Petrogrado de Bellas Artes y la Escuela de Moscú de Pintura, Escultura y Arquitectura en 1918. La oficina artística del Comisariado funcionó durante la Guerra Civil rusa principalmente dirigida por futuristas, que publicó el diario Arte de la Comuna. El centro del constructivismo en Moscú residía en VKhUTEMAS: la escuela para el arte y el diseño, establecida en 1919. Gabo señaló más adelante que la enseñanza en la escuela fue orientada más en la discusión política e ideológica que en la creación artística.
Tatlin, 'arte constructivo' y productivismo
La obra canónica del constructivismo fue la propuesta de Tatlin para el Monumento a la III Internacional (1919) que combinaba una estética de máquina con componentes dinámicos que celebraban la tecnología, como los reflectores y las pantallas de proyección. Gabo criticó públicamente el diseño de Tatlin diciendo O se crean casas y puentes funcionales o el puro arte por el arte, pero no ambos. Esto llevó a una división importante dentro del grupo de Moscú en 1920 cuando el Manifiesto Realista de Gabo y Pevsner afirmó la existencia de un núcleo espiritual para el movimiento. Esto se oponía a la versión del constructivismo adaptable y utilitaria que sostenían Tatlin y Rodchenko. La obra de Tatlin fue inmediatamente alabada por artistas en Alemania como una revolución en el arte: una foto de 1920 muestra a George Grosz yJohn Heartfield sosteniendo una pancarta diciendo 'El arte está muerto - Larga vida al arte de la máquina de Tatlin', mientras que los diseños para la torre se publicaron en la revista de Bruno Taut Fruhlicht.
Bauhaus, escuela alemana de arquitectura y diseño que ejerció enorme influencia en la arquitectura contemporánea, las artes gráficas e industriales y el diseño de escenografías y vestuario teatrales. Fue fundada en Weimar en 1919 por el arquitecto Walter Gropius que pretendía combinar la Academia de Bellas Artes y la Escuela de Artes y Oficios. La Bauhaus, basada en los principios del escritor y artesano inglés del siglo XIX William Morris y en el movimiento Arts & Crafts, sostenía que el arte debía responder a las necesidades de la sociedad y que no debía hacerse distinción entre las bellas artes y la artesanía utilitaria. También defendía principios más vanguardistas como que la arquitectura y el arte debían responder a las necesidades e influencias del mundo industrial moderno y que un buen diseño debía ser agradable en lo estético y satisfactorio en lo técnico. Por lo tanto, además de las clases de escultura, pintura y arquitectura, se impartían clases de artesanía, tipografía y diseño industrial y comercial.
El estilo de la Bauhaus se caracterizó por la ausencia de ornamentación en los diseños, incluso en las fachadas, así como por la armonía entre la función y los medios artísticos y técnicos de elaboración.
La Staatliches Bauhaus (Casa de la Construcción Estatal) o simplemente la Bauhaus, fue la escuela de diseñoarte y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar (Alemania) y clausurada por las autoridades prusianas (en manos del partido nazi) en el año 1933. El nombre Bauhaus deriva de la unión de las palabras en alemán Bau, "de la construcción" y Haus, "casa"; irónicamente, a pesar de su nombre y del hecho que su fundador fue un arquitecto, la Bauhaus no tuvo un departamento de arquitectura en los primeros años de su existencia.
Sus propuestas y declaraciones de intenciones participaban de la idea de una necesaria reforma de las enseñanzas artísticas como base para una consiguiente transformación de la sociedad de la época, de acuerdo con la ideología socialista de su fundador. La primera fase (1919-1923) fue idealista y romántica, la segunda (1923-1925) mucho más racionalista y en la tercera (1925-1929) alcanzó su mayor reconocimiento, coincidiendo con su traslado de Weimar a Dessau. En 1930, bajo la dirección de Mies van der Rohe, se trasladó a Berlíndonde cambió por completo la orientación de su programa de enseñanza.
La Bauhaus sentó las bases normativas y patrones de lo que hoy conocemos como diseño industrial y gráfico; puede decirse que antes de la existencia de la Bauhaus estas dos profesiones no existían tal y como fueron concebidas dentro de esta escuela. Sin duda la escuela estableció los fundamentos académicos sobre los cuales se basaría en gran medida una de las tendencias más predominantes de la nueva Arquitectura Moderna, incorporando una nueva estética que abarcaría todos los ámbitos de la vida cotidiana: desde la silla en la que usted se sienta hasta la página que está leyendo (von Eckardt).
En el momento de su fundación, los objetivos de la escuela, definidos por Walter Gropius en un manifiesto fueron: "La recuperación de los métodos artesanales en la actividad constructiva, elevar la potencia artesana al mismo nivel que las Bellas Artes e intentar comercializar los productos que, integrados en la producción industrial, se convertirían en objetos de consumo asequibles para el gran público" ya que una de sus metas era la de independizarse y comenzar a vender los productos elaborados en la Escuela, para dejar de depender del Estado que hasta ese momento era quien los subsidiaba.
Se formó cuando Gropius une la escuela de artes con la escuela de artes aplicadas, transformándose en la primera escuela de diseño del mundo.
El Surrealismo es un movimiento artístico y literario fundado por el poeta y crítico francés André Breton.
Breton publicó el Manifiesto surrealista en París en el año 1924 y se convirtió, acto seguido, en el líder del grupo. El surrealismo surgió del movimiento llamado Dadá, que reflejaba tanto en arte como en literatura la protesta nihilista contra todos los aspectos de la cultura occidental. Como el dadaísmo, el surrealismo enfatizaba el papel del inconsciente en la actividad creadora, pero lo utilizaba de una manera mucha más ordenada y seria. El surrealismo (superrealismo o suprarrealismo, para quienes prefieren una versión más precisa del francés sur-réalisme) lanzó su primer manifiesto en 1924, firmado por André Breton, Louis Aragon, Paul Eluard, Benjamin Péret, entre otros. Allí es definido como "automatismo psíquico puro" que intenta expresar "el funcionamiento real del pensamiento". La importancia del mundo del inconsciente y el poder revelador y transformador de los sueños conectan al surrealismo con los principios del psicoanálisis. En una primera etapa, el movimiento buscó conciliar psicoanálisis y marxismo, y se propuso romper con todo convencionalismo mental y artístico.
En pintura y escultura, el surrealismo es una de las principales tendencias del siglo XX. Reivindica, como sus antecesores en las artes plásticas, a pintores como el francés Odilon Redon, y al poeta y artista británico William Blake. En el siglo XX también son admiradas, y a veces expuestas como surrealistas, ciertas obras de Giorgio de Chirico, del ruso Marc Chagall, del suizo Paul Klee y de los franceses Marcel Duchamp y Francis Picabia, así como del español Pablo Picasso, aunque ninguno de ellos formó parte del grupo. A partir del año 1924 el alemán Max Ernst, el francés Jean Arp así como el pintor y fotógrafo estadounidense Man Ray se incluyen entre sus miembros. Se unieron por un corto periodo de tiempo el francés André Masson y el español Joan Miró. Ambos pintores fueron miembros del grupo surrealista pero, demasiado individualistas para someterse a los dictados de André Breton, se desligaron del mismo en 1925. Más tarde, se incorporó el pintor franco-estadounidense Yves Tanguy, así como el belga René Magritte y el suizo Alberto Giacometti. El pintor catalán Salvador Dalí se asoció en 1930, pero después sería relegado por la mayoría de los artistas surrealistas, acusado de estar más interesado en la comercialización de su arte que en las ideas del movimiento. A pesar de ello, durante cierto tiempo fue el artista más renombrado del grupo. Su personal obra constituye una de las muestras más representativas del surrealismo.
Técnicas surrealistas
El surrealismo tomó del dadaísmo algunas técnicas de fotografía y cinematografía así como la fabricación de objetos. Extendieron el principio del collage (el "objeto encontrado") al ensamblaje de objetos incongruentes, como en los poemas visibles de Max Ernst. Este último inventó el frottage (dibujos compuestos por el roce de superficies rugosas contra el papel o el lienzo) y lo aplicó en grandes obras comoHistoria Natural, pintada en París en 1926.
Otra de las nuevas actividades creadas por el surrealismo fue la llamada cadáver exquisito, en la cual varios artistas dibujaban las distintas partes de una figura o de un texto sin ver lo que el anterior había hecho pasándose el papel doblado. Las criaturas resultantes pudieron servir de inspiración a Miró.
En el terreno literario, el surrealismo supuso una gran revolución en el lenguaje y la aportación de nuevas técnicas de composición. Como no asumía tradición cultural alguna, ni desde el punto de vista temático ni formal, prescindió de la métrica y adoptó el tipo de expresión poética denominado como versículo: un verso de extensión indefinida sin rima que se sostiene únicamente por la cohesión interna de su ritmo. Igualmente, como no se asumía la temática consagrada, se fue a buscar en las fuentes de la represión psicológica (sueños, sexualidad) y social, con lo que la lírica se rehumanizó después de que los ismos intelectualizados de las Vanguardias la deshumanizaran, a excepción delExpresionismo. Para ello utilizaron los recursos de la transcripción de sueños, la escritura automática y engendraron procedimientosmetafóricos nuevos como la imagen visionaria. El lenguaje se renovó también desde el punto de vista del léxico dando cabida a campos semánticos nuevos y la retórica se enriqueció con nuevos procedimientos expresivos.